Por supuesto. Pink Lady® se puede consumir cruda o cocida. Se combina de maravilla con ensaladas, quesos de pasta blanda y dura, cocinada con mantequilla junto con una carne asada… A los mejores chefs les encanta cocinarla, ya que su textura le permite resistir a todas las cocciones, manteniendo sus sabores y un perfecto equilibrio entre azúcar/acidez, que es una ventaja interesante en cocina. ¡Así que no esperen y prueben la experiencia gourmet Pink Lady® !